martes, 21 de febrero de 2012

ENTRE EL DEBER Y EL DESEO




ENTRE EL DEBER Y EL DESEO

Pasa la vida en un instante,
es un suspiro en la eternidad
se va de prisa o lentamente
de ti depende como se va

Viviendo siempre muy lentamente
en el deber de la sociedad
y yéndose la vida rápidamente
entre los deseos de mi vanidad

Mas siempre estarán presentes
luchando siempre dentro de mí
diciéndome lo que he de hacer
controlando mi pensar y mi sentir

Y hay días que uno gana
mas que el otro en esta batalla
dando el matiz a mi vida
de contrastes y cosas bellas

El deber siempre esta presente
en mi diario caminar
más no deja de luchar
en mi el deseo incandescente

Y siempre me encuentro atrapado
entre lo que la razón dicta hacer
y entre mis sueños y mis anhelos
que impulsan todo mi ser

Que casi siempre el deber se impone
sobre mis pasiones y mis deseos
mas no por eso yo debo
renunciar a todos mis sueños


El deseo me hace sentir vivo
me da la fuerza de la ilusión
me da sentido y dirección
sobre el sendero del camino

Y así se me pasa la vida
entre el deber y el deseo
queriendo cumplir con todos
y a la vez alcanzar mis sueños

Más a veces la nostalgia
hace presa de mi ser
pues me canso del deber
de su exigencia y arrogancia

Que desear nunca tú debes
que el deber es lo importante
que si quieres salir triunfante
someterte al deber debes

Mas muy dentro de mi
siempre esta viva la ilusión
que me da fuerza y valor
para desear con pasión

Pero cuidar siempre debo
de guardar para mi, mis deseos
para poder mantenerlos vivos
y no dejar que me aparten de ellos.

Viviré siempre atrapado
entre el deber y el deseo
más no me he de frustrar por ello
pues siempre estaré  VIVIENDO

Así que no te agobies por los deberes
ni te avergüences por desear
pues no hay una sola persona
que no se atreva a soñar

Vive, goza y disfruta
tu vida a cada momento
cumpliendo con tus deberes
pero deseando por dentro.



Miguel Ángel Rodríguez Feliciano

martes, 7 de febrero de 2012

Amigos





Amigos
Del poeta : Vinicius de Morais (1913-1980)

Tengo amigos que no saben el lugar que ocupan en mi corazón. No perciben el amor que les profeso y la absoluta necesidad que tengo de ellos.
El “amor-amistad “es un sentimiento más noble que el “amor-pareja” , pues permite que su objeto de cariño se divida en otros afectos, mientras el “amor-pareja” tiene intrínsecos los celos, que no admiten la rivalidad.
Y yo podría soportar, sin embargo no sin dolor, que hubiesen muerto todos mis amores, ¡Pero enloquecería si muriesen todos mis amigos! Hasta aquellos que no perciben cuánto son mis amigos y cuánto mi vida depende de sus existencias.
A algunos de ellos no los frecuento, me basta saber que existen. Esta mera condición me llena de coraje para seguir en frente de la vida. Sin embargo, porque no los frecuento con asiduidad , no les puedo decir cuánto los aprecio. Ellos no lo creerían.
Muchos de ellos están leyendo esta crónica y no saben que están incluidos en la sagrada relación de mis amigos. Mas es delicioso que yo sepa y sienta que los adoro, aunque no se los diga y no los frecuente.
Y las veces que los frecuento, noto que ellos no tienen noción de cómo me son necesarios, de cómo son indispensables a mi equilibrio vital, porque ellos hacen parte del mundo que yo, trémulamente, construí y se tornaron en fundadores de mi encanto por la vida.
Si uno de ellos muriera, yo quedaría torcido para un lado. Si todos ellos murieran, ¡yo me desmoronaría! Es por eso que, sin que ellos sepan, yo rezo por sus vidas. Y me avergüenzo, porque esa súplica está, en síntesis, dirigida a mi bienestar. Ella es, tal vez, fruto de mi egoísmo.
A veces, me sumerjo en pensamientos sobre alguno de ellos. Cuando viajo y estoy delante de lugares maravillosos, me cae alguna lágrima porque no están junto a mi, compartiendo aquel placer...
Si alguna cosa me consume y me envejece, es que la rueda furiosa de la vida no me permite tener siempre a mi lado, habitando conmigo, andando conmigo, hablando conmigo, viviendo conmigo, a todos mis amigos, y, principalmente los que solo desconfían o tal vez nunca van a saber
¡que son mis amigos!
La gente no hace amigos,   ¡¡¡los reconoce!!!

LA OTRA FORMA DE PENSAR