Son como bellas flores
de
hermosa naturaleza,
sufrimos
por sus amores
y
ellas, ni se embelesan
Aunque nos hacen perder la razón
no
se pueden amar igual
a
algunas con más pasión
y
a otras con más frialdad
Pues a la mujer
hay
que saberla amar,
no
con hacerle el amor
vas
a hacerla gozar;
hay
que saberla querer
hay
que saberla tomar
para
que su corazón
puedas
hacerlo vibrar
Son tan imprescindibles,
que
no sabría que hacer;
es
tan palpable y visible
que
la vida sin la mujer,
sin
tener a quien amar,
sin
tener a quien querer
¡no
tiene sentido la vida!
¿Tendría
sentido nacer?
Miguel A. Rodríguez F.
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