¿León o Cordero?
Puede
parecer medio mesiánico el titulo del presente trabajo, sin embargo sólo trata
de hacer un llamado a la reflexión sobre nuestra cotidiana conducta. Y es que la
realidad sobre todo lo que nos acontece, tiene que ver con la forma en que
asumimos enfrentar la vida y la mayoría de las personas y en muchos de los
casos se asume ser cordero. Que quiero decir con ser cordero; bien se trata de
asumir el rol de victimas y en el mejor de los casos ser uno más en el mar de
las personas, dejando que sean otros los que decidan sobre nuestras vidas.
Existiendo la categoría del aquellos que en la bravuconada de sus palabras se
asumen como leones, pero que en sus actos solo dejan ver a un corderito, y de
estos hay muchos, pues nadie se asume cordero, si le preguntásemos a
cualquiera, de manera inmediata diría que es león. Más la realidad es otra y es que esto no es
gratis, pues desde muy jóvenes, tenemos el adoctrinamiento para ser seres
sumisos, dispuestos a obedecer; siendo la escuela y las religiones los
principales protagonistas en este adoctrinamiento, pues no se enseña a ser
hombres, sino más bien ciudadanos; y en consecuencia se nos enseña que hay reglas,
muchas reglas que hay que obedecer, debiendo dejar de lado los instintos,
sentimientos y pensamientos propios. Y muchos menos se nos enseña a pensar, por
el contrario se nos enseña a que debemos de tomar como nuestras las ideas de
otros, aunque no las compartamos o no las alcancemos a entender del todo.
Siendo este el precio que debemos de pagar para poder ser aceptados dentro de
una sociedad. Muchos toman el camino fácil y deciden dejar de complicarse la
vida y asumen el papel simplemente de obedientes corderos, esperando que en un
determinado momento se les de su recompensa por su buen comportamiento; más
siempre existe uno que otro que no logra por más que lo intenta adaptarse a las
normas sociales, saliéndose de los estereotipos convencionales; y esto lo
convierte ante los ojos de los demás en un peligro latente, es decir empieza a
perder la forma de cordero y la sociedad empieza a ver en el al LEON, que pone
en peligro al rebaño. Entonces, no es el sujeto que se asume como un león, sino
la sociedad quien lo considera así, primero por ser diferente y después por
considerarlo un peligro. Y no necesariamente se les considera un peligro por
violentos, sino más bien por romper con los paradigmas convencionales, que
pueden invitar a la sublevación de las pasiones y formas de pensar y con ello
atentar contra la paz y la armonía de las estructuras sociales establecidas. En
otras palabras, cuando no se les comprende (que por lo general al principio así
es), se les llama LOCOS, pero es gracias a la genialidad y al valor de estos
seres tan peculiares, que la sociedad ha podido ir evolucionando. Ejemplo de
ellos tenemos muchos; Carlos Marx, Gandhi, Einstein, Sócrates, etc. La lista
podría ser muy larga, sin embargo ellos con su valor y entereza fueron
verdaderos leones, en la defensa de sus ideas y no se dejaron abatir por la adversidad
de las opiniones ajenas. Más nunca fueron leones por poner en peligro a sus
hermanos corderos, fueron leones por sacudir a las estructuras de poder en aras
de buscar una mejor vida para sus sociedades. Así que con la debida distancia,
debemos de reflexionar sobre nuestro actuar dentro de nuestra sociedad y ver
que tan corderos o leones hemos sabido ser, y no victimizarnos, sino más bien
tomar conciencia que ciertamente somos producto de una sociedad, pero que eso
no nos hace victimas si tomamos conciencia de nuestras vidas y nuestros actos. Y
recordar que no son nuestras palabras, sino nuestros actos lo que nos DEFINEN
(león o cordero).
MIGUEL ANGEL RODRIGUEZ FELICIANO
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