EL MEJOR
MOMENTO DE NUESTRA VIDA
Desde que tenemos uso de razón tenemos
una falsa idea de lo que será el mejor momento de nuestra vida. Ya de pequeños
soñamos con el día que seamos adultos y dejemos la tiranía de nuestros padres
que nos obligan a hacer cosas que no entendemos y no queremos hacer, y soñamos
que cuando ese día llegue será el mejor momento de nuestras vidas, sin darnos
cuenta y valorar lo hermosa que es la infancia (y cada etapa de la vida); con
el paso del tiempo nos volvemos adolecentes y el sentimiento de querer crecer a
pasos agigantados para ser adultos aumenta sintiendo con mayor fuerza que la
vida de adultos será mejor. Cuando nos sentimos enamorados sentimos que cuando
seamos correspondidos será ese mejor momento de nuestras vidas, después lo
postergamos a cuando nos casemos y formemos un hogar y de ahí a cuando tengamos
nuestros hijos; y al llegar a cada una de esos momentos nos damos cuenta que
aun no llega ese momento tan esperado. Pasa lo mismo cuando somos estudiantes y
sentimos la tiranía de los maestros, soñando el día cuando salgamos ya de la
escuela y no tengamos que volver a estudiar más y ese, ese será el mejor
momento de nuestras vidas; pero llegamos a ese momento y no pasa nada y
entonces lo hacemos extensivo a cuando tengamos trabajo y ganemos nuestro
propio dinero y vuelve a repetirse la historia, y entonces será cuando tengamos
nuestra casa y tampoco pasa nada; así que nos dedicamos a trabajar sumisamente
y mantener una familia resignadamente, esperando el día de nuestra jubilación
para entonces poder disfrutar de tan ansiado momento o una ruta más corta será
cuando nos saquemos la lotería y nos hagamos ricos al instante, que será entonces
el mejor momento de nuestras vidas; pero ya viejos y achacosos en muchos de los
casos solo se desea una muerte rápida y tranquila que nos quite ya de todos los
sufrimientos que nos ha dado la vida y entonces, entonces creemos que ¡será el mejor
momento de nuestras vidas!
Lo cierto es que nos pasamos la vida
persiguiendo lo que llamamos “el mejor momento de nuestra vida”, confundiendo
muchas veces lo que le dará sustento a tan ansiado deseo y lo tratamos de
alcanzar a través de la obtención de bienes materiales como carros, casas,
joyas, ropa etc., o bien a través de aspectos como son la fama, la fortuna, el éxito
laboral, etc. Y cada vez que logramos alcanzarlos nos damos cuenta que no nos
permiten conseguir tan anhelado momento.
Y es que por simple e ilógico que
parezca, es tan simple de alcanzarlo con tan sólo darnos cuenta que en realidad
no hay un mejor momento de nuestras vidas, pues cada instante que se vive debe
de serlo. Si, efectivamente cada instante, cada momento vivido debemos de
disfrutarlo como si fuera el último que tendremos, pues en verdad un día le
vamos a atinar y efectivamente será el último. Creemos que nuestra vida será
larga y no tomamos conciencia de lo frágil que es y que existen muchos factores
ajenos a nuestra voluntad que van a influir en que el día de nuestra partida llegue;
y es por eso que creemos que será en un futuro cuando lo mejor vendrá. No, lo
mejor no está por venir, lo mejor ya llego, y de nosotros depende darnos
cuenta, valorarlo y disfrutarlo. El mejor momento de nuestras vidas no está en
un futuro incierto, está en nuestro glorioso
presente, sólo es cuestión de que en verdad lo podamos entender.
De manera que en la medida que tomemos
conciencia de la muerte valoraremos más la vida y con ello cada momento que se
nos brinda. Y de esta manera dejaremos de esperar a que llegue “EL MEJOR
MOMENTO DE NUESTRAS VIDAS”
Así que cuando pienses “cuando llegue el mejor momento de
MI VIDA”, recuerda que ese momento ya llego y es AQUÍ y AHORA.Y dedícate a
disfrutarlo, sin reservas, sin medidas y con toda la pasión que seas capaz de
sentir. Y sólo entonces habrás encontrado el verdadero sentido del VIVIR.
Miguel Ángel Rodríguez Feliciano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario