domingo, 28 de diciembre de 2008

FIN DEL AÑO



Estamos ya a escasos días de que se termine un año más y demos inicio a uno nuevo. Para muchos deseando ya que termine y en espera de que inicie el próximo con esperanzas de que sea un mejor año; sin embargo para otros no quisieran que se terminara por lo bien que les fue durante el año que finaliza. Lo cierto es que nadie está ajeno al cumulo de emociones y sensaciones que en esta época se despiertan, llegando incluso a ser contradictorios.

Para muchos son fechas nostálgicas e incluso tristes, siendo una explicación científica la poca luz que durante esta época del año se tiene, y a la sensibilidad que muchas personas tienen a este fenómeno. Sin embargo también existe el aspecto social-cultural-económico, pues para muchos la fecha sólo les remarca más su precaria situación económica en contraste con el dispendio y la opulencia que se presenta en los medios de comunicación con relación a las festividades de fin de año. Siendo otro aspecto la incertidumbre de lo que el año venidero depara, pues lo que se oye y lo que se rumora a veces no resulta ser nada halagüeño y llegan a ser voces muy fuertes, que son difíciles dejar de oír. Por lo que el cansancio de las presiones sociales y económicas hacen estragos en el individuo que a fin de año ya se encuentra cansado, abatido y en muchos de los casos desilusionados. Siendo esta la época en la que se registran las tasas más altas de suicidios, sobre todo en el sector joven de la población. Otros recuren a su fe religiosa y acuden a sus templos a pedir ayuda para que puedan sacar adelante los compromisos que han adquirido.

Más sin embargo, terminar un año representa un logro, pues llegar al final de un año más no todos lo logran y muchos se quedan antes de poder cruzar al nuevo año, sino miremos hacia atrás y demos cuenta de todos los amigos, compañeros y conocidos que se quedaron ya en el camino. De manera que tan sólo el hecho de llegar nos hace afortunados, pues no todos pueden decir lo mismo: “LO LOGRAMOS, LLEGAMOS”.

De manera que la incertidumbre que el año nuevo nos depara, en lugar de verlo como algo que deba darnos miedo, debemos de verlo como la bendición de vivir una nueva aventura y poder poner en práctica, todos nuestros talentos y habilidades y demostrarnos que si los problemas son grandes, más grandes somos nosotros, pues somos los sobrevivientes de un año que acaba de terminar y eso nos hace especiales.

Y que más que propósitos de año nuevo nos fijemos metas y nos hagamos el hábito de trabajar por metas, pues los propósitos solo son buenas intenciones que no llegan más lejos de la primera quincena del mes de enero. Por lo que se hace necesario trabajar para conseguir las metas de un paso a la vez y no más allá del “sólo por hoy”, pues es de lo único que podemos dar cuenta al terminar el día.

De manera que, si bien es cierto que en esta época se vive entre la nostalgia del año que termina y la inquietud de lo que depara el nuevo año, es necesario poner claridad en nuestro sentimientos y nuestras ideas para poder pensar con serenidad que es lo que haremos con el año nuevo que se nos está regalando.

No olvidando, que todos los seres humanos debemos de tener la aspiración legítima a la salud física, mental, espiritual y social; a la alegría propia y colectiva; y a la prosperidad personal y comunitaria. Sin embargo para que podamos alcanzar estas grandes metas debemos de actuar siempre y en todo momento de manera prudente en nuestros acciones, ser siempre diligentes con todas las personas, ser moderados en nuestros vivir y discretos en nuestro actuar.

Porque si bien, no debemos de esperar que las personas sean tolerantes y solidarias con nosotros, pues igual y nunca lo sean; pero ese sería problema de ellos y no de nosotros, Debemos de practicar la tolerancia y solidaridad como una forma de vida permanente para que podamos contribuir a hacer de este nuestro mundo un mundo mejor. Contribuyamos a hacer este planeta más habitable no pensando en que pueden hacer los demás por nosotros, sino que es lo que nosotros podemos hacer por los demás. Dejemos de lado nuestro egoísmo que sólo nos deja ver nuestros problemas y de vez en vez veamos que necesitan las personas que están cerca de nosotros, y como les podemos servir.

Hagamos un regalo a la humanidad, siendo humanitarios y caritativos con todos los seres que están a nuestro alrededor. Démosle un verdadero sentido y propósito a nuestras vidas, a través del servicio a los demás.

Aprovechemos el año que esta por empezar, para que sea el punto de partida de los trabajos que nos hagan ser mejores seres humanos.


Que tengas un venturoso año

Te desea: Miguel A. Rodriguez F.


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