domingo, 25 de enero de 2009

La Calidad en los Servicios de Salud


El comentario de la semana trata sobre la noticia que se dio a nivel mundial sobre el caso de una modelo brasileña de tan sólo 20 años de edad, que por negligencia médica el fin de semana dejó de existir.

La nota en el periódico El Universal menciona lo siguiente:

La modelo brasileña Mariana Bridi, a quien hace unos días le fueron amputadas manos y pies, falleció a causa de complicaciones por una infección en las vías urinarias, informó el hospital.

Bridi, de 20 años, quien murió en el hospital Dorio Silva de Serra, en Espíritu Santo, tuvo un cuadro agravado con insuficiencia renal aguda, compresión en los vasos sanguíneos periféricos y necrosis de las manos y pies causado por la infección generalizada en todo su cuerpo .

Después de varias cirugías a las que había sido sometida en los últimos días, sufrió durante la madrugada un paro general de sus funciones, indicó un boletín médico del hospital.

El padre de la modelo, Agnaldo Pereira, declaró a la prensa que su hija no respondió al tratamiento médico posterior a las amputaciones.

A finales de diciembre de 2008, Mariana Bridi fue al médico después de sentirse un poco mal, ahí le detectaron piedras en los riñones y a partir de eso, su salud empeoró rápidamente.(1)

Una persona tan joven y con el éxito en las manos deja de existir porque la calidad de los servicios médicos muchas veces no cumple con las expectativas de la población. Y es que en materia de salud la calidad es todavía más exigente porque aquí los errores llegan a costar vidas humanas. Podemos considerar que un proceso tiene calidad si uno de cada mil tornillos que se fabrican sale defectuoso; pero no podemos usar el mismo criterio si se tratase de un cirujano en el cual sus estadísticas indican que se equivoca en una de cada mil operaciones, ¡ha bueno!, se equivoca en realidad poco, podrían pensar algunos, la preguntas es ¿quién quisiera estar en manos de ese cirujano cuando le toque la probabilidad de equivocarse? La verdad es que nadie desea ser el sujeto en el que llegan a fallar los servicios médicos; por lo que el esfuerzo en materia de calidad es aún mayor en la prestación de estos servicios, ya que cuando acertadamente el personal que labora en este sector cumplen con sus funciones, nadie les reconoce su esfuerzo, dedicación y compromiso, ya que consideran que "es su trabajo"; pero cuidado y se lleguen a equivocar aunque sea tan sólo una vez, porque entonces, todo lo bueno que hubiesen podido hacer hasta entonces queda olvidado y pasa a quedar fijo en la memoria colectiva el error que se cometió. Pues como bueno seres humanos somos muy dados a recordar con mayor facilidad los errores que los aciertos.

Pero para ser justos es necesario reconocer, que ya cada vez el número de personas que demandan estos servicios va en aumento, siendo en muchas ocasiones difícil de poder tener un trato más detallado con el paciente por el tiempo tan corto para atenderlos en función del número de pacientes que deben ser atendidos. Es decir hacen falta hospitales y clínicas que den respuesta a la demanda de una creciente población

Por lo que en materia de calidad, muchos hospitales y clínicas (públicas y privadas), han mejorado instalaciones y equipos para poder prestar un mejor servicio, pero también es cierto que en muchas ocasiones, no es suficiente para mejorarla, debido a la actitud del personal para el trato con los pacientes, pues deja mucho que desear, por lo que el impacto en la mejora de la calidad de los servicios, se ve opacada por la actitud del personal que presta dichos servicios. Y es que en muchos de los casos se lucra con la necesidad del paciente y en el mejor de los casos, al paciente, sólo se le ve como un número de paciente más al que hay que atender.

Siendo el factor humano donde todo esfuerzo de calidad progresa o se detiene; los programas de calidad en los servicios de salud deben redoblar esfuerzos para que el personal asimile y asuma la cultura de calidad que tanto se necesita para la atención de los pacientes

Por que de poco o nada sirven los mejores conocimientos con las mejores habilidades técnico-profesionales utilizando los mejores equipos y tecnologías con los mejores procesos, si se desconoce al paciente como el principal elemento y la razón de ser del ejercicio medico clínico.


(1) Se despide modelo brasileña. 25/01/2009. http://www.eluniversalgrafico.com.mx/grafico/93565.html


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