jueves, 18 de septiembre de 2008

Fervor Patrio

Fervor Patrio

Gentiles y amables lectores, agradezco el tiempo que se toman en la lectura de esta columna que el día de hoy ve la luz por primera vez. Esperando que los temas y la manera de abordarlos sean de su agrado.
Por lo que sin más preámbulo damos inicio a nuestro primer trabajo en esta casa editorial. Le puse por nombre “fervor patrio” debido a las festividades que en el mes de septiembre tenemos en nuestro país. Por lo que observando y analizando estos eventos me llevaron a la siguiente reflexión.
Los días del mes de Septiembre, siempre están cargados de un insucitado fervor patrio, en el cual a todo el mundo se le enchina la piel cuando ven la bandera ondeando en carros, calles y casas; y si por ahí se escucha el himno nacional o la marcha de Zacatecas (nuestro segundo himno nacional) el corazón de este pueblo se hincha de emoción. En este mes a todos les da orgullo ser MEXICANOS, y se sienten muy ufanos de sus orígenes.
Hasta ahí parece que todo esta bien, ya que nuestra riqueza cultural es basta y abundante; y sin embargo somos y seguimos siendo un pueblo inculto, donde de nada o poco ha servido tal historia cultural.
No solo es en Septiembre donde nos debemos de sentir orgullosos de nuestra historia y nuestra cultura, debería de ser todo el año y más allá del orgullo deberíamos honrar nuestra cultura, siendo individuos realmente honorables, con la ética y la honradez como moneda de cambio en el quehacer cotidiano.

El México de hoy se ha perdido en el discurso fácil, popular y carente de memoria; donde todo puede suceder en aras de un futuro mejor, el cual nunca acaba de llegar y que este pueblo no se cansa de esperar que se lo traigan. Si es verdad, seguimos creyendo en la figura de un Tlatoani que venga a resolver la vida de este País, porque nos consideramos incapaces de hacerlo nosotros mismos.
Nos hemos convertido en un País de hipócritas y mercenarios donde nuestro apoyo se pone a disposición del mejor postor, carentes de ideales y principios, con tan solo intereses personales como referencia para pensar y actuar.
Eso si en el mes de Septiembre sentimos que por la patria damos hasta la vida, pero solo en esos momentos de paroxismo nacionalista, porque después de eso nada de lo que hacemos permite construir un mejor País.
Sin embargo a pesar del momento en que nos encontramos viviendo, es necesario que empecemos a ser auténticos MEXICANOS, pero no solo de fiestas patrias, si no todos los días del año.
México se merece un mejor futuro; y entendamos de una vez por todas que no es el País quien nos va a dar un mejor futuro, si no todos y cada uno de nosotros quienes se lo debemos dar al País. E:.C:.

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