lunes, 30 de marzo de 2009

De Educación y Política


La mayoría de los países industrializados han empezado una reforma educativa, que permita poder contar con mano de obra acorde con las necesidades actuales del mercado. Esto trae como consecuencia que cada vez las escuelas sean más centros de adoctrinamiento ideológico (siempre lo han sido) a la medida de los interés de los grandes capitales y menos centros de análisis, critica y reflexión. Y esto se agrava cuando se implementa reformas a cargo de personas que solo obedecen y no conocen realmente el alcance de lo que hacen. Pues, muchas veces no siempre todos conocen cuales son los referentes a partir de donde se plantean las reformas. Siendo la clase política la que en su mayoría desconoce las bases sobre las que se tienen que tomar las decisiones en el sector educativo y muchas de las veces solo se importan tecnologías educativas implementadas en otros países, sin considerar los aspectos locales que permitan poder adaptarlas con éxito. De ahí que casi siempre, estos programas con el tiempo tienden al fracaso.


De manera que, sí algo que es difícil de cambiar es la manera como se toman las decisiones sobre educación, sobre todo en países como el nuestro, pues gente que la única experiencia que tienen en este sector es cuando alguna vez fueron a una escuela y con esto no quiero decir que fueran precisamente a aprender; son quienes deciden sobre cómo debe ser la educación que el país requiere. Pero quienes en verdad tienen la experiencia y saben y conocen bien la problemática educativa, difícilmente se le dan los espacios para que pueda exponer sus ideas y plantear propuestas acordes a las características de la población donde se requieren hacer modificaciones.


Pero, algunos que siendo gente inmersa en el oficio de la educación deciden incursionar en el terreno de la política o la administración cambian muy rápido su manera de pensar; y aquello que tanto criticaban, después se vuelve motivo de alabanzas.


Siendo una lástima que las decisiones sobre educación, obedezcan más a intereses políticos maquillados de preocupación académica, que a un verdadero interés por poner las reformas educativas al nivel de las nuevas exigencias sociales y no sólo en función de los intereses empresariales.


Por lo que las decisiones sobre el rumbo que debe tener la educación debe de estar apoyada por los diversos sectores de la población, como son: sociedades de padres de familia, maestros, empresarios, científicos, sociedades de profesionistas y políticos.


Y la gente que aspire a estar en los puestos de toma de decisiones e implementación de las reformas educativas, sean realmente conocedores del tema y conscientes del papel que juegan al estar en la posición que puede permitir un desarrollo social equilibrado y justo.


Pues, la educación es la llave del progreso social y personal, pero no sólo dentro del ámbito de lo material, sino de manera integral en todos los ámbitos del ser humano.

No hay comentarios:

LA OTRA FORMA DE PENSAR