En esta ocasión quiero platicar acerca de nuestro planeta tierra, ya que el 22 de Abril, se celebra el día mundial de la tierra. Para iniciar es bueno conocer algunas características de nuestro bello planeta, que tiene el infortunio de tener una plaga que lo parasita llamada hombre, empezare comentando que: da un giro completo alrededor del sol en 365 días, 6 horas, 9 minutos y 9 segundos y gira sobre sí misma en 24 horas; mide 12.713 km. de diámetro de polo a polo y 12.756 por el Ecuador, de ahí su forma esférica, ligeramente achatada en los polos; la superficie terrestre es de aproximadamente 510 millones de Km2; se estima que el volumen total de agua de nuestro planeta de 1.420 millones de Km3, incluyendo la contenida en ríos, lagos, hielo, océanos, atmósfera y el subsuelo; el volumen total de la tierra es de 1.083 mil 320 millones de Km3; el punto más alto de la tierra es el Monte Everest con 8.848 m; la mayor depresión es el Mar Muerto, un mar interior cuya superficie está a 399 m. bajo el nivel del mar.
En la medida que conozcamos mejor a nuestro planeta, podremos comprender mejor la importancia de su cuidado, pues es necesario hacer énfasis en el hecho de que este es el único planeta habitable que tenemos y que si acabamos con él, no tenemos otro a donde ir. Esto no es sólo una exageración como muchos suelen decir, pues estudios recientes desarrollados por diversas organizaciones internacionales, demuestran que en los últimos 30 años, alrededor del 30% de las regiones naturales del planeta se han venido deteriorando en forma alarmante, debido principalmente al incrementado de la presión humana sobre los recursos naturales y el ambiente, por el efecto que ha tenido el acelerado crecimiento poblacional que demandan espacios, comida y energía, con la correspondiente generación de residuos de todo tipo, incluyendo algunos altamente contaminantes.
En la actualidad, se tienen proyectos de colonizar el planeta Marte, ya que se ha encontrado en el interior de la superficie agua en forma de hielo, de manera que esto hace factible la vida en dicho planeta. Sin embargo, aún no lo colonizamos y de aquí a que eso pase debemos de ser muy cautos con el manejo de los recursos no renovables que tenemos en el planeta, además de que debemos de cuidar de no contaminar el agua, la tierra y el aire; pues en esta historia, no hay pasajeros en la nave espacial llamada tierra, ya que aquí todos somos tripulantes y por lo consiguiente corresponsables de llevar la nave a buen puerto. Y si se preguntan cómo es posible de hacerse, bueno, la mejor manera de hacerse, es a través de la educación que permita la adquisición de conocimientos acerca de todo lo referente a nuestro planeta, pero principalmente que comprendamos que el planeta que habitamos es nuestro hogar y el hogar de todos los seres vivos que en él se encuentran y que la Tierra misma está viva; que no somos sus dueños y que tan sólo formamos parte del planeta y de un universo en evolución. Por lo que tan sólo somos miembros de una gran comunidad de vida interdependiente con una gran diversidad de formas de vida. Debiendo la adquisición de estos conocimientos hacernos sentir humildes ante la magnificencia y belleza de nuestro planeta y respetuosos por la vida; permitiéndonos adoptar conductas con las cuales los seres humanos nos integremos a la naturaleza, asegurando que las generaciones futuras puedan disfrutar de los recursos naturales, pues como bien dice una frase popular, “la tierra no nos fue heredada por nuestros padres, nos fue prestada por nuestros hijos”.
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